Compartiendo los alimentos en casa de Don Carlos y Doña Vero

 Comer en casa de Don Carlos y Doña Vero es siempre un placer. Las tortillas recién hechas son solo el comienzo de una experiencia que nos remonta a nuestras raices. Cada bocado nos recuerda el trabajo de los productores locales, quienes cultivan los ingredientes con dedicación. 

En su hogar, sentimos admiración y respeto por estos agricultores. Al disfrutar de su comida, no solo saboreamos lo auténtico, sino que también honramos su esfuerzo. Cada comida es un homenaje a la comunidad que hace posible nuestra gastronomía, recordándonos que detrás de cada tortilla hay una historia de pasión y trabajo.

Al despedirnos, llevamos con nosotros un profundo agradecimiento por la herencia cultural que representan. En cada encuentro, reafirmamos nuestro compromiso de valorar y preservar estas tradiciones, recordando que la verdadera riqueza de nuestra gastronomía radica en la conexión con quienes la hacen posible.

Share this post
Archive
Maíz Criollo Kantunil: Un Pilar en Nuestra Red de Productores
Historias del campo